HOMBRE DE ESTE SIGLO
Hombre de este siglo: de ti soy muy diferente,
porque no deseo que mi existencia incierta pase
el mar y el lodo de mil locos desvaríos;
porque no deseo que mi futuro amplio se abrace
al maligno sello del que teme el desafío.
Yo le he dado al fin mis adiós a los placeres,
a los vicios y pecados terrenales,
que nos instan a buscar a las mujeres
para hallar solo pasiones inmorales.
Soy distinto a ti, en verdad, porque me agrada,
que la paz de una oración mi ser invada,
porque aun amo la hermosura de la risa
que en los labios de un infante se desliza.
De este mundo falso y turbio soy ajeno
y del lodo del pecado yo me mofo;
pues el mundo adora el vino en desenfreno
y yo, en cambio, soy prudente y filosofo.
Soy distinto, pues me indigna la vileza
y detesto que me enferme la codicia,
porque lloro cuando miro la injusticia,
mientras tú le das cobijo a las bajezas.
Consideras que el saber es inmundicia,
comparando la virtud con la demencia,
y yo pienso que la vida desperdicias
y yo pienso que la vida desperdicias
si no vives moderada tu existencia.
Es verdad que soy de ti opuesto y distinto,
yo, entregado a la razón; tú, a los deleites.
Tú te riges por el odio y los instintos,
yo soy gota de agua simple, y tú, de aceite.
AUTOR: ALBERTO ANGEL PEDRO (ALÁN EVANGELISTA)
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